martes, 21 de agosto de 2012


GAITEROS DE PILLOPO, UN SONIDO DE TRADICIÓN

                                        “Cuando se canta o cuando se grita se tiene la sensación
                                   de proyectar el ser (cuerpo y psique) más allá de sus límites
                                            y su peso, de invadir y estremecer extensiones ajenas
                                            de atmósfera y materia” (Emilio Adolfo Westphalen).

 La primera vez que escuché el vocablo “pillopo”, pensé denotaba un  remedio casero, su sonoridad me trasladó al mostrador de los antiguos boticarios que expendían Cholagogue, Tabonuco, Tacamaca, Quinina, Píldoras Laverán. Ese sonido me recordaba las pociones que  indicaban los practicantes en la Plaza Baralt para atenuar los males de los citadinos.
Ese vocablo llano de sonoridad percutiva, se convirtió en seudónimo de un hombre jovial, humorista natural de respuestas rápidas y elocuentes; Luis Adolfo Camacho. Él nació en Los Haticos el 27 de septiembre de 1937. En una entrevista en la radio Luis Adolfo me contó que su mote lo pronunció por primera vez su hermana menor, de su boca nació, era la palabra que la niña balbuceaba cuando intentaba llamarlo. Desde entonces, ese largo fonema “pillopo” lo ha acompañado toda su vida, como estigma de sortilegio. Por ello lo utilizó para darle nombre a su empresa de Auto Escapes en la avenida Sabaneta, con él bautizó a su agrupación “Gaiteros de Pillopo” fundada en 1980 y su compañía de sonido e iluminación, dirigida  por su hijo mayor.
Al inicio del decenio de 1980, Gaiteros de Pillopo era una agrupación modesta, asesorada a distancia por Ricardo Portillo, amigo y vecino de los  Camacho. A ese gran gaitero dedicaron la carátula de su primer álbum, que tuvo poca difusión y modesto alcance. 
Su primer éxito vino gracias al aporte de Argenis Carruyo al grabar “El Superior”, tema de Virgilio Carruyo que se colocó en los primeros lugares de las carteleras nacionales:
“La india siempre se esmera
en fabricar lo mejor
el cigarro superior
con marquilla de primera.
A fumar el cigarro muy superior
de fragancia y aroma pura…”
                                                                              (Virgilio Carruyo, temporada 1982)
En 1983 entra a la agrupación Astolfo Romero y la somete a una reingeniería musical. Surge así su sonido característico de golpe viejo y armonía joven con base en la guitarra, coros impecables y el sonido del cencerro pequeño, utilizado por los timbaleros para marcar el compás en el chachachá. Pillopo lo utilizó al doblar el verso y al repetir el estribillo, en el argot gaitero lo llamaron “el coquito”.  El pionero en ejecutar  ese cencerro en la gaita fue Guaco,  a partir de 1976, en su segunda etapa evolutiva, lo introdujo junto al bongó en temas como “María La Bollera”, más tarde el tema “Con los Guaco no hay quien pueda” (1978).
Astolfo con su sólido liderazgo logró reunir en las filas de Gaiteros de Pillopo a excelentes cantantes: Daniel Méndez, a quien conocía desde los tiempos fundacionales de Zagalines del Padre Vílchez. Compromete a grabar a Argenis Carruyo temas iconos como “El Paladín”, “El Superior II”  y “Mi Chinita”. Más tarde se une a ellos el  compadre y compañero de Astolfo en Cardenales del Éxito de los años70; Danelo Badel. El director musical fue Humberto Bracho, excepcional guitarrista y arreglista, creador del concepto armónico de Pillopo. Junto a Alfredo Maldonado, Tico Carruyo, Gabriel Díaz conformaron el primer núcleo de esa divisa.
Sus primeros éxitos nacionales fueron “La Tienda de Tobías” en 1983, ganadora del Premio Virgilio Carruyo, “El Mercado de los Buchones” de 1984, ganadora del “Festival una Gaita para el Zulia” y “El Barbero” en 1985 ganadora por unanimidad de todo los premios como gaita del año. Esas tres composiciones representan lo mejor de la obra imperecedera de Astolfo Romero (1950-2000).
En el año 1986, ante la salida de Astolfo para dirigir los Cardenales del Éxito reagrupados, en Pillopo surgen como sus principales figuras Danelo Badel , Ozías Acosta y Richard Castro. En esa segunda etapa de la agrupación se destacan temas como “Pa´que Luis” (1987), “Prefiero mi Gaita”, “Parabólica”, “El Ferry” (1987), “Los Remedios”:
“Si tiene el pecho apretao
y una gripe que asesina
a eso hay que darle un parao
con plasma antiflogitina”

Gaiteros de Pillopo se ha mantenido como una excelente agrupación de alcance nacional, presente en los grandes eventos, en los records reports, colocando temporada tras temporada temas en competencia por la gaita del año. A su larga lista de solistas aparecen los nombres de Luis Escaray, Leandro Lenin Montiel, Nelson Romero, Renny Guerra, Eroy Chacín, Enrique Quiroz, Adolfo Ochoa, Eddy Méndez, Luis Germán Briceño, Astolfo David Romero quien logró “la gaita del año” con el tema “El maracaibero” al lado de Neguito Borjas:
“El maracaibero
siempre recuerda y no olvida
aquello que le dio vida
y en su lista es lo primero
su lago, su sol, su suelo
la gaita y su hermosa China”.
                                   (Neguito Borjas, 2002)

Para celebrar los 30 años de trayectoria grabaron sus éxitos orquestados por el maestro José Luis García e incluyeron en sus producciones temas en tiempo de fulía, de parranda central, con un nuevo tratamiento armónico (género folclor-fusión, mal llamado “neofolclor”). Este esfuerzo ha coadyuvado a mantener su vigencia en el público nacional y han logrado arribar a este aniversario con una excelente salud artística.
Luego de recorrer durante 32 años en los escenarios venezolanos, Gaiteros de Pillopo representa un sonido de tradición con una puesta en escena vanguardista, un estilo maduro, consolidado, pero a la vez fresco, vivaz. Para la temporada gaitera 2012 sus solistas son: Adolfo Ochoa, quien además lleva la animación en las presentaciones, Carlos Vílchez, Renny Guerra, Juan León y eventualmente Ozías Acosta. Acompañados por Humberto Bracho en el bajo y dirección musical, se regresa a la agrupación  dos décadas después, Ender Méndez en la tambora y Humberto Añez en el Furro, Néstor Guerra en el cuatro entre otros.
 Un vocablo de tres sílabas que comenzó como una forma de expresar el cariño fraternal entre niños en una casa de Los Haticos, que luego fue el apelativo del propulsor del béisbol aficionado en el Zulia, ahora representa una marca musical respetada, nombradía de una de las agrupaciones más importante de nuestro folclor  más raigal: Pillopo.
                                       
“Todos se volvieron locos
y no hayan como hacer
para  poder mantener
el swing que tiene Pillopo”
(Luis Escaray, 1992).

Deseo una feliz celebración  a las huestes pillopéricas, un feliz evento de aniversario. Reciban mi reconocimiento y valoración su iniciador Luis Adolfo Camacho y su señora esposa Nelly, unidos a  todos sus hijos en la gaita.              

  León Magno Montiel.
 Twitter   @leonmagnom
 Correo  leonmagno@saborgaitero.com

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