domingo, 9 de septiembre de 2012

"El populismo es una manera de destruir el país"

"El populismo es una manera<br>de destruir el paÃs"
CARLOS ANDRÉS PÉREZ | 4 DE ENERO DE 1981 "El populismo es una manera
de destruir el país"


Por Ramón Hernández

Ese hombre que de un día para otro cambió su atuendo, su forma de peinarse y de comportarse con sus adversarios; ese hombre que hizo famoso el caminar. La democracia con energía, los paltós a cuadros y la gran Venezuela, ese hombre que asimila las acusaciones más contundentes y sale ganando y fortalecido; ese hombre que muchos quieren tal cual es y no simplemente porque la forma rime con Carlos Andrés, se sigue levantando temprano y contestando preguntas que nadie le ha hecho.
Ese hombre que siendo presidente de la República estaba a las tres en Petare, a las cuatro en San Cristóbal, a las cinco en Maracaibo, a las siete en Cumaná, a las diez en Miraflores y recibía la cuenta de sus ministros hasta las tres de la mañana, eso dicen, no deja al periodista preguntar ni repreguntar, ni que pierda el tiempo formulando concepciones teóricas. Carlos Andrés Pérez no se deja acorralar ni cae en tramposos retruécanos.
Carlos Andrés Pérez atropella, salta por encima de la tartamudez de Ramón Hernández, da complicadas vueltas gramaticales para cerrar una frase o redondear un concepto o evadir una pregunta que no está interesado en contestar, y me coloca siempre más allá del bien y del mal, sin citar a Nietzsche ni hacer ostentación de erudiciones fortuitas.
―No todo lo hecho bajo mi administración fue perfecto. No hay obra humana perfecta y tampoco depende de la voluntad, de la decisión o del coraje de un hombre, sino de un conjunto de valores y circunstancias de orden material espiritual y moral. Los errores u omisiones atribuibles a mi gobierno, muchos indudablemente, pues fue un gobierno de acción permanente, no le restan vigencia a lo que tratamos de hacer y que definí con gran orgullo como la creación de la gran Venezuela.
―Hoy domina un proceso derechizante y reaccionario en materia económica, para usar términos con los cuales nos entendemos todos. Pretenden, con una bonanza como la petrolera y con unos programas tan ambiciosos como los que comenzamos a desarrollar, enfriar o desacelerar la economía venezolana. Esa es una de las contradicciones más inexplicables que puede enfrentar el venezolano de nuestro tiempo: frente a una abundancia inmensa de recursos económicos que triplican la existencia bajo mi gobierno se corresponde una situación de recesión económica y de crisis con proyecciones peligrosas para el futuro del país.
―La intención de todos los gobiernos democráticos, menos el presente, ha sido, con todas las dificultades que existen en el mundo capitalista, la redistribución justiciera del ingreso nacional. Para concentrar la riqueza en pocas manos, este gobierno quiere destruir la fe y la mística de los venezolanos en la capacidad para desarrollar grandes proyectos y procurar seriamente incorporarnos al mundo desarrollado.
―¿Será que por la forma  como está estructurada nuestra democracia se posibilita que no haya coherencia en los grandes proyectos de un gobierno a otro?
―–El presidencialismo ha logrado lo poco que hemos obtenido de desarrollo democrático en nuestros países, pero hoy tenemos y debemos aceptar que tiene una serie de fallas o defectos en su funcionamiento que se hacen peligrosos para el futuro del país. Vamos a tener que ir pensando en alguna fórmula de régimen parlamentario. En muchas oportunidades nos encontramos que un gobierno de cinco años parece muy corto para la realización de determinados planes; pero en otras nos parece muy largo para soportar los errores y las inconveniencias que ese régimen puede causar.
El que llegó con intenciones de preguntar y hubo de conformarse con el papel de oidor, procuró esbozar una de las tantas especulaciones que en el mundo político se hacen: la posibilidad de que Carlos Andrés Pérez y la izquierda conformasen un nuevo polo de acción para enfrentar el resurgimiento de la derecha. Por ahí iba el periodista cuando el ex presidente empezó a responder:
―En Venezuela se han sobrepasado todos los límites en la especulación política. Eso lleva a la confusión. La ingestión es tal que se ha provocado una indigestión de la cual todos somos victimas. Y ello no sólo es atribuible a la picardía de nuestra prensa sino también a un hecho más profundo, al fenómeno de un país en crecimiento y en constante y acelerada transformación. Así creo que la nación, impelida por su vitalidad, por su decisión de superar situaciones existentes y por el proceso revolucionario que vive la humanidad, vivirá cambios políticos importantes. Creo que en el futuro las fuerzas creativas que van a rescatar el proceso democrático de Venezuela serán de la izquierda democrática, que deberá diferenciarse de la izquierda marxista-leninista.
Os lo aseguro, lector, que no hubo pregunta, ni del periodista ni de ninguno de los objetos allí presentes, ni de los custodios que conversaban pocos metros más allá de la ventana. Seguramente la vio venir y se adelantó.
―Se ha dicho que mi gobierno trató de hacer ricos a determinados sectores. No. Pretendí luchar contra el monopolio, el oligopolio y contra el sistema oligárquico que conducía la economía nacional. Eso dentro del sistema capitalista sólo se puede hacer expandiendo la capacidad empresarial, la distribución de la riqueza.

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