Si la primera cinta ya causó revuelo, la seguna grabación “subidita de tono” que la joven protagonizó junto a su exnovio Ray J se ha puesto a la venta por más de 23 millones de dólares.
La idea que este nuevo vídeo pueda ver la luz es algo que aterroriza a Kim Kardashian, sobre todo por cómo podría afectar a su relación con Kanye West, con quien tiene previsto casarse pronto.
Por si esto no fuera poco, el rapero también se ha visto en una situación semejante, ya que el pasado mes de septiembre apareció una cinta en la que aparecía practicando sexo con una chica de aspecto muy similar al de su actual novia.
El Mundo / Globovisión
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